jueves, 19 de noviembre de 2009

numero 1

lo de anoche fue terrible.
desde la cabeza tengo claro que fue nada, que esto de los sueños no es literal, pero obviamente que despertar llorando la muerte de la hija con ella en brazos, viva pero muerta no ha de ser para andar durante el día muy bien.
escribirlo será un acto de exorcismo, de purificación y sanación. no pretendo seguir todo el día dándole vueltas a este asunto.
la cosa es que ibamos en un sepelio, el sepelio de la emilia. estábamos en el cementerio católico, eran sus esculturas y pasillos oscuros y helados, sus edificios del fondo derruidos y los nuevos, la capilla, estaba todo en el correcto lugar en que las cosas se encuentran en el católico.
en el sepelio ibamos solo la familia directa. la maribel, el hernán y yo. yo llevando en brazos el cuerpo muerto de la emilia, pero ella iba viva. no estaba muerta, me hablaba, se reía... en un evidente ambiente funebre. no recuerdo si los demás iban tristes o alegres, solo es la sensación de enterrar a alguien.
la funebre caminata llega hasta el patio donde estan enterrados los cuerpos de la abuela penina y del tío esteban. abajo al fondo frio y oscuro.
ahi quedó la caga'
la emilia rompió en un llanto incontrolable
de esos que nunca le he visto
y ya no había nadie más que ella y yo
y yo lloraba más y peor que ella
y yo sabía que estaba muerta pero estaba despierta y llorando
y obviamente me desperté.