29 de mayo de 2001.
Tengo entendido que por allá por tus tierras ancestrales la lluvia se ha dejado caer desde hace un tiempo ya, lo que es acá en Santiago, el agua brilla por su ausencia. Súmale a eso unas temperaturas bastante altas para ser otoño mayo que han transformado a la ciudad capital de la república de chile en un algo bastante pesado y desagradable.
Venía de la pega pensando en eso de la lluvia y concluía en mis meditaciones que se me hacen pocas las lluvias de Santiago. Todos los años como que falta un poco de agua a mi espíritu. No recuerdo nunca haber sentido la saturación con lluvias en un año. Es más tenfo la imagen siempre de querer que siga cayendo agua para seguir gozándola. Qué cosas.
Tú conociste algo mi casa de chico. La enorme casa de los tatas en Ñuñoa tenía un modelo de construcción bastante singular. Debo haberte contado alguna vez que en suarez mujica había dos casas porque el tata había comprado ese terreno allá por 1952 y tenía la casa de adelante donde vivían ellos.
Después del golpe en mi casa quedó la caga', entonces se juntó toda la familia en paidaguito, que así le decía el tata, porque todos tenían alguna yayita. Mi mamá, que no tenía militancia fue la primera que expulsaron por terrorista peligrosa. El bigote, un tío, andaba entero fugado y su nombre se repetía en los bandos militares solicitándole que se entregara, que no les iba a pasar nada, mira tu que benditos nuestros gorilas golpistas que así se les decía. Y hubo quienes les creyeron y están muertos y hay quienes les creen y están más vivos que nosotros.
El caso es que la familia de mi tío el fugado estaba en la casa. También estaba la familia de otro tío que si bien no estaba tan fugado igual no más que andaba fondeado y que después me he enterado que le toco ver uno que otro detallito de esos de la liberación del yugo marxista. No quedo con la azotea muy buena, es más, es como si se le lloviera. Estaban entonces ellos también y mis viejos que dejaron la casa donde estaban y se fueron todos allá donde los tatas.
La vida debe haber parecido casi normal en algún momento excepto por los muertos que empezaron a existir ahora hace poco. Permíteme un paréntesis. He pensado en esto de que el lenguaje funde realidades y me parece una teoría de un fascismo inconmensurable. El lenguaje de los poderosos creará realidades, pero el de los individuos comunes y corrientes no crea nada, solo circula en torno al lenguaje de los poderosos. Durante años el discurso era que no existían, que eran una orquestación internacional, que se habían ido con otras mujeres, esa era su realidad según lo han reconocido, o sea los muertos no existían...¿cómo está eso? Tu lenguaje no funda ninguna realidad. Ni este que estoy ocupando yo ahora.
La realidad es que voy a almorzar. O sea voy a lavar unas lechugas de supermercado con un tarro de atún y un vaso de anilina con sabor a frambuesa. ¿iras tú a almorzar lo mismo o algo parecido? La mapu se regenera y recupera y vuelven a sus acuces las aguas que le han robado a tu madre
Volveran a crecer y ser longevos cuando vuelven a saciar
Su hambre con el fruto mismo de tu madre.
Salute por los tóxicos que me voy a engullir.
sábado, 21 de agosto de 2010
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