Sin que la carta anterior haya emprendido aún el viaje rumbo a puerto, doy señales de vida y comienzo a escribir la que podría ser la introducción de un libro, un libro epistolario, un libro que cuente a través de cartas las cosas que se me ocurra recordar.
Soy yo hermano. Desde la capital del smog escribo nuevamente. (Se me podría hacer una buena costumbre esta de escribirte. Bueno también sería que el perla contestara las cartas o la carta o esta misma quizás). Soy el Raúl.
La carta anterior que aquí esta guardada como julio4 pero en los archivos del compu debieras ser julio5 está francamente entretenida... o sea, eso creo. Y me quedó el gustito ese por el cuento este de escribirte y monologar tranquilo mientras después leo las cartas que te escribo. En verdad tiene su ventaja esto de que no escribas y es que no tengo ni puta idea de cómo es lo que hago y digo. Como tú no dices nada y nadie dice nada es un tranquilo monologar y construirme mis historias.
No te sientas mal por no contestar entonces, hasta como que te acomoda el silencio... por lo menos aquí. Va a ser muy extraño cuando un día me llegue en el correo una carta tuya en respuesta a algunas de las que yo escribo. Salud hermano, salud y buenaventura.
Creo que he sido poco claro respecto de lo que estoy haciendo. Me imagino que debe sonar así como a rodeos, como esquivas, como haciendo dribling para no decirte que lo que pasa. Es que se abrió un concurso en el diario el mercurio donde pagan 3 palos y medio, tres guatas, melones, millones como quieras llamarlos de plata por escribir una biografía, una autobiografía o memorias. Debe ser de un momento o personaje histórico relevante y debe ser tratado con prosa liviana, entretenida, bien de taller. En verdad nada me interesa de eso. Me pareció una buena excusa (excusado, no de perdonado) para hacer un ejercicio de recordar alguno de los tantos períodos relevantes que nos ha tocado vivir.
El ejercicio epistolar tiene la entretención que supone que la lectura de estas cartas solo pasará por tus ojos y a lo más los de tu amada, y que ambos se reirán juntos o por separado de aquellas imbecilidades que les cuento. No existe un lector otro... que bueno!, puedo decir las cosas que quiera sin reprimirme ni así un poquito, total lo peor que pueda pasar es que tu a
Bueno el tema es recordar, hacer memoria, tema bastante conflictuado para el mercurio. O sea que tal vez busquen literalirizar la memoria. A ver si después me explayo sobre eso. Voy a ir a saber que es la maldita y esquiva memoria y me voy a cuestionar si esto de autobiografiarse o biografiar o escribir memorias no tendrá algo que ver con esto de la globalización y la pérdida de las identidades. ¿aparece quizás en oleadas frente a crisis del sistema la profunda necesidad de escribir la vida que es muy distinta respecto de la historia?.
Cuando yo era chico me llevaba al colegio mi tata y me contaba la vida y me decía
- alessandri, hijo; alessandri era un hijo de puta que leon de tarapaca ni que nada.
- Pero tata - decía yo - mi profesora dice otra cosa...
- No le crea hijo, no le crea porque después le van a decir que González Videla y que Ibañez fueron grandes presidentes... puras mentiras. Radicales traidores...
Igualito que el de ahora. Saldrá a colación por ahí el hombre este de que era el tata.
El tema es contar, contar lo que nosotros sabemos y que nadie más quiere saber.
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