Agosto creo que es 9 de 1999.
Se nos viene el fin del mundo. Tal vez esta carta no llegue a su destino que eres tú allá lejos en el budi, en una de esas las profecías de las cuales tanto se habla por acá se cumplen y estas sean las últimas letras que te escriba (como si fueran muchas las cartas que te he enviado). ¿No se ha oído por allá de eso de las predicciones del tal Nostradamus?
Entre los temblores y los miedos del fin de milenio, acúsome de existir aún, es más, existo y me acuerdo del gran juliano de bergerac, el más grande de los doctores especializados en inyectar hormonas a los melones, el doctor chamberlaine que quizas que hueva’ está haciendo por allá.
La verdad sea dicha que debo empezar por expiar mis culpas y decir que el yugo, maldito sea, y el perderme en la noche de tus tierras acá en santiago me alejaron de ver y conocer a la que debe ser una mujer hermosa, que se acordó de mandarme los saludos que desde el sur me llegaban.
Me anduve paseando con dos bolsas llenas de ropa para mandarte para ver que haces allá con ella y no encontré la cancha y me perseguí y me mande cambiar.
Hace mucho tiempo atrás tu me prestaste este mismo cassette que está sonando mientras escribo. Buena música me has enseñado cabro y evidentemente ya tienen puro sabor a recuerdo. Si fueras ciegos ¿oleríamos o saborearíamos los recuerdos? A la gente con cara de recuerdo ¿la oleríamos, la saborearíamos, la palparíamos, qué?
Aunque no lo creas ya son como diez años. El tipo de la música es spinetta almendra, música bien hippie y yo estoy aprovechando la modernidad para mandarte en una carta una foto vieja de una rica mujer en pelota. La verdad es que suena duro decirlo, pero así está ella. Llámala como quieras: génova, selene, aurora, ocaso, francisca, jessica, Laura...pégala en tu pieza, aunque eso signifique romper la carta y mandar las letras al fogón para hacer los pescados del río; o en algún rincón donde nadie te vea para que te sientes y le hables solo. Sólo háblale de cosas bonitas, es una chica sensible.
Conocí al Víctor, el hermoso hijo de la chica candice. Un crío que heredó esos ojos de universo que tiene la candice, grandes y claros como esas aguas y cielos que aquí en santiago ya no se ven (en verdad nunca se vieron). La verdad es que lo conocí cuando el tipo nació. El 21 de mayo apareció como una explosión el crío aquel y yo lo vi junto a su madre. El mejor momento de las mujeres es al poco de haber parido, algo les queda de no sé qué cosa como belleza. De su padre, un tipo muy simpático, sacó un cuerpo largo, inusualmente largo para haber estado enrollado en la guata de la chica.
Anduvieron por estos lares y estuvimos viendo como le cambia la vida a uno con esto de los hijos.
¿has aplicado tus teorías respecto de la educación con tu pedacito de nube?
Han pasado los días y el fin del mundo ni se asomó por la capital, en verdad está siempre en un proceso lento pero efectivo, tanto así que lleva miles de años mermando al hombre y uno no se da cuenta hasta que se detiene un rato y se pone a pensar en lo poco de hombres que nos queda. Igual no llegó. Lo esperé ansioso y cada ruido, cada movimiento extraño, cada cambio de temperatura o de luminosidad no era sino un augurio de fin de siglo. Qué de hueva’s que tiene uno compadre.
Estuve averiguando algunas cosas de tu actual situación. De partida estudie lo de tu dieta alimenticia; las claves que me diste fueron fundamentales para poder yo encontrar algo de información al respecto y así di con el pescado predominante, algo así como el rey de los pescados del budi.
No fue fácil dar con él. Es una especie poco estudiada pero muy apetecida por los lugareños de por allá. Su gran capacidad de reproducción le ha permitido sobrevivir a la depredación de la cual ha sido víctima.
Por su aspecto fiero durante mucho tiempo se le consideró un pez peligroso y en torno a él comenzaron a girar un montón de leyendas, hasta que un pariente tuyo, jimi hendrix chehuín chehuín, se atrevió a comer uno que venía enredado en su red. Lo cocino con poco aliño por que comerlo crudo no era nada atrayente, en un fogón primero y luego en variaciones extraordinarias como ese hecho con alcaparras y estragón, o el que se hace con vinagreta y papas octail, o mejor aún flameada con cognac francés.
Que huev’a compadre, se da cuenta la de estupideces que puede escribir en un breve lapso de tiempo. Mi vida se torna bastante entretenida. Del curso de teleseries que estaba tomando derive a uno de dramaturgia que da una eminencia del teatro nacional ( me saco el sombrero para saludarlo ), el hombre se llama Juan Radrigán. Estoy como lector de las obras, lectura dramatizada por supuesto, soy como medio actor ahora para mis cosas, y a contar de un par de semanas más participo activamente como escritor de dramas. El gran desafío es tener alguna historia que contar. Un amigo dice que la vida está llena de historias para el teatro así que voy a tener que andar con los ojos más abiertos a ver si encuentro algo por ahí.
Igual se me ocurrió hacer un thriller, una cosa policiaca, con muertos y todo. O sea, un tipo decide matar a pinochet, no es nada pero fue un tipo super de base, escoge a un par de tipos para hacer el atentado pero le falla. La obra sería el diálogo de los tipos recién arrancados del frustrado atentado.
Han pasado un par de días y ahora se me ocurrió una historia de incesto entre hermanos. Una familia que no se pesca mucho y unos hermanos que se quedaron pegados en eso de jugar al papá y a la mamá. Suena un tema duro, dramático y todo... a ver que pasa.
Hermano. No lo tramito más y le envío la carta esta. Dale un beso a tu mujer y a tu hija de mi parte, diles que sin conocerlas aseguro que son dos mujeres bellas como un cielo nacido tras la lluvia.
La carta, ahora sí la envío a dos direcciones; por un problema de economía manda a decir donde la recogiste. Una hoja de papel que diga: “ la carta llegó a tal parte”, del resto me hago cargo yo.
Hermano, se le hecha de menos por estos lares.
sábado, 21 de agosto de 2010
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